La opinión de charly borja
Una obra de gran impronta dramática centrada en el teatro de imagen que lleva al espectador a contemplar diferentes escenas plásticamente bien diseñadas entre tenues luces y enigmáticas sombras.
Entre la oscuridad de la escena emergen personajes que, embarcados en una aventura cárnea de poder lograr un éxtasis casi sobre natural a través de diferentes elixires desarrollados en laboratorios secretos y distribuidos a unos pocos, casi diríamos a unos iniciados.
Los personajes se ven rodeados por extrañas criaturas de la noche comandadas por un demonio amo de la oscuridad y del averno, muy bien las máscaras los cascos y el vestuario que agregan junto a la iluminación un aditamento visual casi de cuentos de la cripta.
Un capítulo aparte merece la excelente banda de sonido original de Ricardo Ayas, casi una partitura digna de musicalizar un film de Hollywood, un músico inspirado y que es todo un lujo para el under local.
Recomendable experiencia teatral creada y dirigida por Julián Mardirosian, un director inquieto que busca a través del teatro de imagen inquietar al espectador a través de su atrapante historia.
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Elixir
De Julián Mardirosian
Actúan: Hugo Agudo, Sebastián Aguilar Nuñez, Claudia Aguilera, Daiana Alvarez, Corina Blanco, Jorge Cerviño, Maria Eugenia Coronado, Armando Correa, Paloma Díaz Santaella, Maria Torresti, Iván Alejandro Valenti.
Uno de los problemas a resolver de este siglo será como lograr la inmortalidad, es más, como lograr el no envejecimiento físico y mental. Elixir propone una alternativa a la misma no muy viable pero usada en la antigüedad de la mano de oráculos, brujos y hechiceros.
Una pócima deseada por la humanidad bastará para presenciar por más de una hora una obra casi sin texto, o mejor dicho, con vocabulario desconocido pero descriptivo de la acción y un espacio físico acorde con la situación.
El fin para lograrlo justificará los medios y esto no tiene límite alguno, la propia sangre será un puente entre el sufrimiento personal y el deseo a lograr. Con una narración simple y llevadera Elixir intentará transmitir y dar a conocer la idea central de la obra.
Una cantidad enorme de apagones serán los saltos de tiempo necesarios para contar mejor la idea, apoyado en una carencia lingüística. Lo corporal es sin duda de gran importancia hablando a través de los movimientos en escena.
Elixir es una obra para todos aquellos que les interesa conocer aún más que espacio ocupaban las ciencias ocultas en tiempo pasado y sacar sus propias conclusiones y por que no pensarlo o proyectarlo a nuestros días.
Uno de los problemas a resolver de este siglo será como lograr la inmortalidad, es más, como lograr el no envejecimiento físico y mental. Elixir propone una alternativa a la misma no muy viable pero usada en la antigüedad de la mano de oráculos, brujos y hechiceros.
Una pócima deseada por la humanidad bastará para presenciar por más de una hora una obra casi sin texto, o mejor dicho, con vocabulario desconocido pero descriptivo de la acción y un espacio físico acorde con la situación.
El fin para lograrlo justificará los medios y esto no tiene límite alguno, la propia sangre será un puente entre el sufrimiento personal y el deseo a lograr. Con una narración simple y llevadera Elixir intentará transmitir y dar a conocer la idea central de la obra.
Una cantidad enorme de apagones serán los saltos de tiempo necesarios para contar mejor la idea, apoyado en una carencia lingüística. Lo corporal es sin duda de gran importancia hablando a través de los movimientos en escena.
Elixir es una obra para todos aquellos que les interesa conocer aún más que espacio ocupaban las ciencias ocultas en tiempo pasado y sacar sus propias conclusiones y por que no pensarlo o proyectarlo a nuestros días.
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Los que vayan a ver ELIXIR podràn sorprenderse con un nuevo lenguaje teatral, con planos pergeñados para narrar una historia casi en forma cinematrogràfica. Los artistas que componen esta obra son de una ductilidad sorprendente. En vano trataremos de averiguar si son actores sublimes o bailarines consumados, todo lo que emprenden es sentido y profundo y sus movimientos responden a una danza teatral en la que la actuaciòn y el baile se confunden para dar lugar a los trazos de la historia. El mensaje es profundo y actual y cada elemento en el escenario, las luces y las sombras, el vestuario y las máscaras bestiales, cautivan e hipnotizan al espectador. Extraordinaria dirección actoral de Juliàn Mardiosian. En cuanto a la música compuesta por Ricardo Ayas,la misma es un elemento de extraordinaria grandiosidad que da sentido e ilumina la obra. Los distintos momentos musicales, las partes cantadas, y los climas que se generan, derrochan virtuosismo y engrandecen una puesta que merece el aplauso y el acompañamiento. Mis felicitaciones a todos los que componen esta verdadera obra de arte. obra de arte.
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